El aura de espiritualidad que rodea a la figura de la grulla es famosa en el Oriente. Esta estilizada ave resalta por su elegancia y por estar cargada de una serie de buenas connotaciones que la han hecho ser parte integral de la cultura nipona.
Sadako Sasaki fue una inocente niña que cuando tenía 2 años de edad vivió el lanzamiento de la bomba atómica de Hiroshima durante la Segunda Guerra Mundial. A pesar de que su hogar se encontraba a kilómetros de la “zona cero”, enfermó gravemente de leucemia 9 años después debido a la alta radiación a la que estuvo expuesta.
Taller de origami: El origami es parte integral de la cultura japonesa desde hace más de 1.000 años . Su técnica se basa en el plegado de papel para crear figuras (papiroflexia). Animaros en casa, con la ayuda de papá y mamá podréis realizar una grulla y traerla al cole, en dónde las colgaremos en clase en memoria de la esperanza de un pueblo que se recupera: Japón. ¡Venga que es muy divertido!
Aunque la grulla japonesa ha estado presente en la cultura nipona durante cientos de años, hay una conmovedora historia contemporánea que involucra a la grulla y que marcó a toda una generación de ciudadanos japoneses; me refiero a la historia de la pequeña Sadako Sasaki.
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Sadako Sasaki fue una inocente niña que cuando tenía 2 años de edad vivió el lanzamiento de la bomba atómica de Hiroshima durante la Segunda Guerra Mundial. A pesar de que su hogar se encontraba a kilómetros de la “zona cero”, enfermó gravemente de leucemia 9 años después debido a la alta radiación a la que estuvo expuesta.
Mientras estaba internada en el hospital tratando de recuperarse, una amiga de Sadako le contó una antigua leyenda que narraba que aquella persona que fuera capaz de hacer 1.000 grullas de papel en origami, recibiría la bendición de una grulla alcanzando larga vida o la recuperación ante una grave enfermedad. Con esta luz de esperanza la niña comenzó a manufacturar todas las grullas posibles con todos los tipos de papeles que estaban a su alcance, pero lamentablemente sólo logró construir 644 grullas antes de fallecer.
La pequeña Sadako Sasaki se transformó en un símbolo de la esperanza y tres años después de su muerte se erigió un monumento que representa a Sadako sosteniendo sobre su cabeza una gran grulla de origami. Este homenaje póstumo se encuentra ubicado en el Parque de la Paz de Hiroshima y cada año llegan a sus pies miles de grullas de papel elaboradas por niños japoneses, las cuales se han transformado en un mensaje de paz y esperanza para el mundo.
La grulla es un ser mágico que se ha ganado un espacio místico en las sociedades orientales, regalando esperanza, fuerza, fidelidad y una particular belleza que inunda todos los paisajes de los que forma parte. Esperemos que el peligro de extinción al cual se enfrenta actualmente esta hermosa ave, no sea el vaticinio de que los valores que ella representa también estén a punto de desaparecer entre nosotros.
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